Servir, escuchar y sanar: la doble vocación de Jorge Luis.
Por: Emilio Gutiérrez Yance
En la penumbra suave de la mañana bolivarense, cuando las estaciones policiales apenas despiertan y el sonido del radio corta el silencio como un gallo metálico, aparece él: el subintendente Jorge Luis Cumplido Mendoza, nacido en Magangué, criado en Valledupar y dueño de una serenidad que se nota incluso antes de verlo hablar. No tiene prisa. Parece caminar con la cadencia de quien ha aprendido que la vida se escucha mejor cuando se anda despacio.
Jorge Luis carga dos uniformes: el azul que le entrega la Policía Nacional de los colombianos, donde suma 14 años de servicio, y otro invisible, hecho de paciencia y palabras, que obtuvo en 2018 al graduarse como psicólogo. Hoy, con una especialización en Infancia y Juventudes y otra en Psicología Clínica en curso, trabaja en la Unidad Policial para la Edificación de la Paz. Y allí, entre la cultura de la construcción de paz, radios y botas polvorientas, también patrulla emociones.
Dice que su vocación empezó mucho antes del uniforme. “Entre más pueda uno servir, más sentido tiene la vida”, repite como si fuera una herencia familiar. Y tal vez por eso, aun siendo policía, sintió que faltaba algo: una forma más humana de ayudar. Lo descubrió cuando vio a personas cercanas desmoronarse emocionalmente sin encontrar alivio. Porque para el dolor físico hay pomadas; para el dolor del alma, solo escucha.
Estudiar Psicología no fue un camino recto. Tres universidades, pausas obligadas, tropiezos, mudanzas. Pero él siguió. “Nací para esto”, dice sin soberbia, sino con la certeza del que ha encontrado su sitio. Y al final, terminó donde quería: con un pie en la calle y otro en la mente humana, entendiendo que hay batallas que no se ven, pero pesan.
Su labor comienza desde que entra al servicio y no termina ni cuando se quita las botas. Porque, como él mismo explica, cada compañero carga una lucha interna que rara vez confiesa. En la Policía casi nadie quiere mostrar vulnerabilidad. Allí es donde él entra, no con diagnósticos fríos, sino con esa escucha que a veces basta para que alguien respire de nuevo.
En la calle, la gente llega con todo tipo de equipajes: discusiones familiares, problemas cotidianos que parecen enormes, delitos en ciernes y miedos profundos. Y aunque muchos no lo saben, lo que buscan no es un patrullero, sino orientación. A veces —dice él— una conversación de tres minutos evita un conflicto de tres horas. A veces, un “lo escucho” es más poderoso que una patrulla completa.
Habla con especial peso del estallido social en Cali, que lo marcó. No por la violencia, que nadie pretende negar, sino por lo que vio escondido debajo: una comunidad entera movida por sentimientos acumulados, por una inconformidad que se transformó en fuerza. La emoción, dice él, puede levantar ciudades o fracturarlas.
Al final de cada jornada, Jorge Luis hace un ritual íntimo: repasa si hizo al menos una buena acción. Si no, siente que el día estuvo perdido. Por eso se repite un consejo emocional propio: “Nada es personal. Cada quien actúa según las herramientas que tiene.” Lo motiva el amor por la institución y por su profesión. Y lo resume con una frase que lo define de pies a cabeza: “El que no nace para servir, no sirve para vivir.”
Respuesta solicitud No. 787686-20251104
Respuesta ticket 787684-20251104
Respuesta ticket 787683-20251104
Notificación por aviso Calificación informe administrativo por lesión Patrullero Alfonso Londoño Perdomo
Respuesta ticket 787682-20251104
Respuesta ticket 787680-20251104
Plan candado permite la detención de dos personas que habían cometido un hurto
La oportuna reacción de uniformados adscritos a la Reacción Bancaria permitió la captura de dos hombres señalados de hurtar a una mujer. Los hechos se registraron cuando los policías, en desarrollo de actividades propias del servicio, observaron a varios motociclistas que perseguían a dos sujetos que huían en una motocicleta y denunciaban que minutos antes habían cometido un atraco.
De inmediato, se inició el seguimiento y se informó a la central de radio, que activó el plan candado en la ciudad. En el transcurso del seguimiento, los delincuentes accionaron un arma de fuego en repetidas ocasiones contra los uniformados y ciudadanos, obligando a los policías a hacer uso legítimo de la fuerza. Gracias a la rápida articulación de las patrullas de vigilancia coordinadas por el Centro Automático de Despacho, los dos individuos fueron capturados cuando ingresaban a un billar ubicado en el barrio Fundadores.
En el procedimiento se les practicó un registro personal, hallando en poder de uno de ellos un revólver calibre 38 con seis cartuchos, cuatro de ellos percutidos y un maletín que contenía elementos personales presuntamente hurtados. Al sitio llegó la víctima, quien reconoció el bolso como de su propiedad y señaló a los hombres como los responsables del atraco. Igualmente, un ciudadano con herida de arma de fuego en la pierna izquierda manifestó que los capturados le causaron la lesión durante la huida.
Tras garantizar los derechos de los detenidos y de la víctima, todos fueron trasladados a la Clínica de Alta Complejidad para valoración médica. Uno de los capturados permanece bajo observación y presenta antecedentes por hurto. Su compañero, cuenta con una anotación por tráfico, fabricación y porte de armas de fuego y fue trasladado a la URI.
Ambos quedaron a disposición de la autoridad competente para responder por los delitos de tráfico, fabricación y porte de armas de fuego, hurto y lesiones personales.