Solidaridad, un valor superlativo de nuestros policías del Norte de Santander

Compañía y atención, el mejor regalo para los abuelos del hogar Nuestra Señora de Torcoroma.

El Departamento de Policía Norte de Santander lidera actividades con enfoque social y de acercamiento al ciudadano, esta vez los uniformados de la Estación de Policía Ocaña se las arreglaron para convocar una “donatón” y visita a los abuelos del hogar geriátrico Nuestra Señora de Torcoroma.

Con la iniciativa de llevar artículos de primera necesidad, suvenires, lúdicas y de llevar esperanza y alegría a quienes por su salud y achaques fueron internados en ese hogar, los uniformados convocaron a estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Francisco de Paula Santander y la Cívica Infantil para realizar una visita e inolvidable sorpresa a 50 abuelos que transcurren su vida en el anonimato, lejos del cariño de familiares o personas para las que un día trabajaron o dedicaron parte de su vida.

La actividad inició con una puerta a puerta en el barrio Tacaloa y gestión de recolección de elementos en diferentes supermercados, que pudieran satisfacer las necesidades de los abuelos, así fue como gracias a la ayuda de algunos ciudadanos se consiguieron productos de primera necesidad para dejarlos en manos de la Hermana Nubia Quintero Quintero, quien con su vocación y liderazgo ha venido trabajando por el bienestar de sus internos.

La presencia de la Cívica Infantil iluminó con una sonrisa los rostros de María Elena, Ana, Carmelo, el viejo Ciro y otros abuelos, un encuentro directo con las añoranzas de aquellos tiempos en las que la edad de esos niños les recordaba las pautas de crianza y la energía arrolladora de sus hijos en otras épocas; niños y jóvenes compartieron el talento de las “tejedoras”, otros escucharon historias con ejemplos de vida y hubo otros quienes prefirieron demostrar su cariño bailando, todo parecía una fiesta, la presencia de esas personas llenó de vida esas paredes que en otros días era el hogar solitario y rutinario, el silencio se rompió por risas, música y abrazos, respeto y afecto por quienes nos necesitan.