Para nadie es un secreto que, en cada Estación o comando de Policía, siempre hay un amigo fiel de cuatro patas, y que en la mayoría de los casos llegan porque han sido abandonados por sus tenedores y en estos lugares los animales, se sienten como en familia, siendo aceptados con amor y alimentación por nuestros uniformados.
Es así como "Cojito", llegó hace catorce meses más exactamente desde el mes de noviembre del año 2023, a hacer parte de nuestra familia policial de la Subestación de Policía Fenicia, zona rural del municipio de Riofrío, su situación de salud era bastante deplorable, con una condición física en una de sus patas, al parecer había sido atropellado por un automotor, quien fue valorado por médicos veterinarios para su recuperación.
Este canino noble, de raza criolla, con su pelaje achocolatado muestra el sufrimiento que le ha tocado enfrentar en las calles, siendo ignorado y rechazado por muchos, fue aceptado por nuestros uniformados adscritos al Nuevo Servicio de Policía, quienes no dudaron en brindarle líquido y una sana alimentación y lo mejor de todo le dedican afecto.
Este amigo de cuatro patas, es un amigo fiel de los policías y como muestra de su agradecimiento apoya con la seguridad de las instalaciones policiales y no contento con esto, se une a los patrullajes motorizados y a pie que realizan los uniformados; siempre va llevando la delantera con su caminado y trote en particular, moviendo su cadera de un lado para el otro, debido a su discapacidad.
Este hermoso canino, se encontraba situado a unos cuantos metros de la Subestación de Policía, cuando fue sorprendido al igual que varios transeúntes que pasaban por el sector, por la activación de una motobomba, la cual generó una onda explosiva, afectando a varios establecimientos y casas, generando una cuantiosa suma por los daños ocasionados a los bienes patrimoniales de los habitantes de esta zona; así mismo resultaron lesionados cinco (5) personas por el aturdimiento, el caso que más impactó fue el que sufrió nuestro amigo "Cojito", quien salió corriendo, desorientado, despavorido, adolorido y envuelto en llamas, ya que recibió en su cuerpo partes de la explosión.
De inmediato, nuestros policías al ver la situación y después de controlar la situación y acordonar el lugar, se dieron a la tarea de buscarlo, quien fue encontrado casi dos horas después de los hechos ocurridos, estaba asustado y aullaba constantemente del dolor y ardor producto de las lesiones sufridas.
Parte de su piel se encontraba desprendido de su cuerpo, se le veían los tejidos, las heridas eran demasiado profundas y notorias, por lo cual nuestros policías lo trasladan de inmediato hasta el municipio de Tuluá para que fuera atendido y valorado por un personal profesional en veterinaria, quien llegó bastante desplomado y casi muerto, no mostraba signos de recuperación, había perdido mucha sangre, pero aun así nuestros uniformados no perdían la fe y tenían la corazonada de que podían salvarlo.
Después de dos horas casi de viaje, "Cojito" fue atendido por el médico veterinario Johan Vallejo, quien de inmediato prestó sus servicios profesionales, sin cobrar nada a cambio, siendo sometido a cirugías para el restablecimiento de su salud, el cual su recuperación ha sido aceptada favorablemente, gracias a la acción valerosa de nuestros funcionarios y por su puesto la del médico en Tuluá.
A esta noble causa, se unieron también varios ciudadanos que con cariño ofrendaron algo de dinero para la recuperación de "Cojito" y para la alimentación de otros animalitos que habitan en la Subestación.